Los Pumas partieron hoy por la tarde con destino a Sydney, en lo que será su escala previa a Tokio de cara a una nueva cita mundialista. Los siete días en suelo Aussie servirán para aclimatarse al uso horario (igual que en Japón), aprovechar para pulir los últimos detalles y jugar un amistoso ante Randwick, el sábado 7 de septiembre, en lo que será la última prueba para los dirigidos por Mario Ledesma, antes del debut ante Francia el 21 de dicho mes.
Repasando un poco la historia del seleccionado en las previas mundialistas, encontramos como la necesidad de aislarse del entorno y la presión que este genera, resulta un común denominador a la hora de elegir los parámetros para llevar a cabo la preparación.
Con excepción de 2003, en donde la puesta a punto previa tuvo lugar íntegramente en el país con amistosos ante Fiji, y los seleccionados de Rosario y Tucumán, Los Pumas siempre prefirieron volar y ultimar detalles en suelo extranjero.
Así fue como en 2007 (Cardiff y Bruselas) y 2011 (Cardiff y Worcester), Gales recibió al seleccionado con sendos amistosos, mientras que en 2015, los últimos entrenamientos y amistosos, antes del desembarco en Londres, tuvieron lugar en Faro, Portugal, y en Leicester (triunfo por 55 a 34 ante el equipo de Marcos Ayerza).
Mario Ledesma eligió en esta ocasión una tierra que conoce
mucho y de la cual sin dudas buscará aprovechar al máximo su estadía en esos
lares. Los días previos al arribo a Japón serán claves para un equipo que
intentará encontrar su mejor versión de cara al debut ante Francia el 21 de
septiembre en Tokio.
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